Respuesta rápida:
La compraventa de Gorilas está prohibida a nivel particular y por lo tanto los precios en el mercado negro pueden llegar a cifras superiores a los 500.000 € cada ejemplar.
Los gorilas son una especie realmente amenazada. Según algunos estudios apenas quedan 1000 ejemplares de gorila de montaña que es una de las especies que se encuentra en la lista roja de los animales en peligro de extinción.
Las personas que piensan en adquirir un gorila deben conocer que éstos provienen generalmente de países africanos con alta inestabilidad política donde las regulaciones y normas se aplican de una manera un tanto laxa.
La mayor parte de los gorilas que son transportados de manera ilegal mueren durante el trayecto.
Cuál es el precio de un gorila
Definitivamente tener un gorila como mascota no es una buena idea además de que puedes estar incurriendo en un grave delito con penas de cárcel. En España por ejemplo está prohibida la compraventa de primates a nivel particular, solo pudiendo realizarse transacciones entre instituciones como núcleos zoológicos autorizados.
Estos animales están considerados como un símbolo de status en muchos países asiáticos donde se puede llegar a pagar entre 400.000 € y 500.000 € por uno de estos ejemplares en el mercado negro.
Gorila: una especie en peligro de extinción
Si te gustan los gorilas lo mejor que puedes hacer por ellos es colaborar con algunas de las asociaciones que se preocupan de su conservación como pueden ser la Fundación de Jane Goodall o la Fundación MONA.
La población mundial de Gorilas ha descendido enormemente en las últimas décadas y son varias las causas.
En primer lugar tenemos la caza indiscriminada de Gorilas en libertad. Aquí tenemos varios culpables entre los que encontramos en primer término a los cazadores locales, aunque estos sólo se llevan una pequeñísima parte del importe que se puede obtener por cada primate.
Los grandes culpables son las redes de tráfico ilegal o las mafias internacionales que son las que conectan a los compradores con los cazadores locales.
En última instancia tenemos a los compradores finales que pagan grandes sumas de dinero por un Gorila y que muchas veces son conocedores que están realizando una compra ilegal aunque en otros casos son engañados con documentaciones falsas de los animales.