Respuesta rápida:
El precio de un electroencefalograma en 2023 junto con la consulta médica puede oscilar entre los 45€ y los 80€, aunque obviamente también se pueden encontrar precios mucho más elevados o incluso algo más económicos.
El electroencefalograma es una prueba diagnóstica que consiste en la medición de la actividad cerebral y para ello se aplican una serie de electrodos en varias zonas de la cabeza lo cual denotará qué zonas del cerebro se activan ante determinados estímulos o simplemente durante periodos de sueño o vigilia.
Cuál es el precio de un electroencefalograma
Se trata de una prueba que puede ser bastante rápida o que puede aplicarse durante una serie de horas en función de cual sea la posible patología que se quiera observar.
En función del tipo de electroencefalograma que se realice tendremos una tarifa u otra.
El coste de un electroencefalograma en 2023 junto con la entrega de un informe que pueda ser interpretado por un médico puede partir de los 45€ aunque un precio medio podría ser el de 80€ en clínicas o consultas médicas privadas en España.
Este precio no suele incluir el servicio de consulta con un Neurólogo que interprete los resultados en cuyo caso habría que añadir entre 40€ y 100€ más al importe anteriormente descrito.
La duración de esta prueba suele oscilar entre los 20 y los 35 minutos.
Cuánto cuesta una polisomnografía
En el caso de que se requiera evaluar la actividad cerebral durante el sueño es posible que tengamos que realizar esta prueba durante el período de toda una noche (8 horas) o incluso más tiempo para evaluar diversas patologías. Este tipo de electroencefalogramas reciben el nombre de polisomnografía y su precio puede oscilar entre los 250€ y los 600€ dependiendo de si la realización de la prueba se realiza de manera ambulatoria, es decir en tu mismo domicilio o pasando la noche en el centro médico en cuyo caso el importe será el más elevado.
Estas pruebas permiten diagnosticar epilepsias, problemas relacionados con el sueño, demencias y también está indicado para pacientes que han sufrido un ictus así como para certificar la muerte cerebral de un paciente.